Sabes que siempre tengo una razón para escribir un blog, en este caso tuve una consulta con un paciente, que tenía su pierna herida por un accidente en un carro de golf, llevaba 12 días sin curar lo que coloquialmente llamaríamos un “raspón” , tenía su pierna naranja, se aplicaba yodopovidona 3 veces al día ¿Por qué no curaba?
El yodo, también conocido como yodopovidona, es un antiséptico de amplio espectro utilizado para prevenir infecciones en heridas. Su potente efecto bactericida lo convierte en una herramienta esencial en entornos médicos, especialmente en cirugía. Sin embargo, su uso diario en heridas puede tener efectos adversos, como el retraso en la cicatrización.
El yodo es altamente eficaz en la eliminación de bacterias, hongos y virus. Funciona penetrando las membranas celulares de los microorganismos, desnaturalizando proteínas y oxidando ácidos nucleicos, lo que lleva a la muerte celular. Esta capacidad de acción rápida y extensa hace que el yodo sea una opción preferida en la desinfección de heridas antes de procedimientos quirúrgicos y en el manejo de lesiones en riesgo de infección.
Aunque el yodo es eficaz en la prevención de infecciones, su uso diario en heridas abiertas puede tener un impacto negativo en el proceso de cicatrización. El yodo, debido a su naturaleza química, no solo elimina bacterias dañinas, sino que también puede afectar a las células que son esenciales para la reparación y regeneración de los tejidos, como los fibroblastos y las células epiteliales. Esto puede llevar a un retraso en la cicatrización de la herida, lo que prolonga el tiempo de recuperación y aumenta el riesgo de complicaciones.
Además, el uso continuo de yodo puede causar irritación en la piel y reacciones alérgicas, que pueden agravar aún más el proceso inflamatorio en la herida.
Para heridas menores, el uso de agua y jabón es generalmente suficiente para limpiar y desinfectar, sin los riesgos asociados con el uso excesivo de yodo. Mantener una rutina de cuidado simple y efectiva es clave para promover una cicatrización adecuada.
El yodo es un antiséptico potente y eficaz cuando se usa en contextos adecuados, como en cirugía o en el tratamiento de heridas infectadas bajo supervisión médica. Sin embargo, su uso diario en heridas menores no solo es innecesario, sino que puede retrasar la cicatrización y causar daño a la piel. Para heridas cotidianas, el agua y el jabón son generalmente suficientes para mantener la herida limpia y favorecer una recuperación rápida.
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