Las quemaduras ocurren cuando un agente destruye la piel y los tejidos, por lo general este agente es la energía térmica. La severidad de las mismas depende del agente causal, tiempo de exposición, temperatura entre otros.
Las quemaduras más comunes son por fuego y escaldadura (líquidos calientes), sin embargo, también se pueden dar por electricidad, contacto con objetos calientes, radiación solar y agentes químicos.
La clasificación más común va de acuerdo a la profundidad y severidad de la misma, encontrando así las quemaduras de grado I, II, III, IV.
Al momento de tratar una quemadura es necesario conocer no solo la severidad sino también la extensión y otras consideraciones del paciente como edad, enfermedades, entre otros.
Es por ello que no se recomienda a los pacientes tratar las quemaduras en casa con elementos de la cocina, como alimentos o jabones industriales, ya que estos pueden alterar el proceso de cicatrización, llevándolo a complicaciones. Una adecuada curación realizada por un profesional va a ayudar con el alivio del dolor.