Luego de un diagnóstico de una neoplasia, y de la formación de lesiones tumorales, se presentan afectaciones en la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Las lesiones neoplásicas representan un riesgo potencial de daño masivo a la piel. Es por ello que estas heridas deben ser tratadas por un especialista, que combina materiales clínicos y avanzados para realizar la curación que controlen las cargas bacterianas, los olores, el exudado y las hemorragias.